Tengo un gusto por las piezas que tienen abundancia y mayoreo de artículos, cientos y cientos de cosas que juntas forman una figura, una escultura, algo. No sólo por el trabajo, la dedicación, el balance del ojo - colocación, los colores y las sombras, sino por la capacidad de la persona que puede ver desde un ángulo multiplicado por 10.
Dejando en pausa ese comentario, también tengo un gusto por los crayones, por eso todavía tengo una caja de 96, me gusta verlos nuevos, acomodados, puntas perfectas sin usar y me gusta verlos después de diferentes tamaños, con el papel carcomido, usados y revueltos.
Ahora, uniendo esos dos comentarios:
Christian Faur hace fotografías acomodando 100,000 crayones como si fueran pixeles. Sorprendente...
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